Confiar en Dios
14 feb 2024
Isaías 26:4 → “Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.”
Este será un año para trabajar mayor confianza en Dios. Debemos confiar perpetuamente, hasta el que Señor nos lleve a su presencia. Mientras estemos en este mundo tendremos que trabajar la confianza en el Señor día a día; en él está la fortaleza de los siglos, por lo tanto es necesario que nuestro espíritu y alma se fortalezcan. Por el contrario, si estamos débiles en la fe, seremos propensos a caer en la desconfianza. El espíritu débil no logra crecer en la fe.
A lo largo de las Escrituras vemos la vida de hombres de Dios que trabajaron la confianza en Él. Abraham, el padre de la fe, tenía una promesa hecha por Dios. Él se propuso creer a la palabra y tener esperanza en que Dios le diera un hijo. Abraham y Sara tenían la opción de desconfiar o dudar: eran grandes de edad y además Sara era estéril. Sin embargo, la esperanza y confianza que tuvieron fue más grande que el imposible. Cuando el obstáculo de la esterilidaden Sara se puso en el medio de la confianza, de la fe y de la esperanza de Abraham, él no disminuyó en la fe ni en la confianza, sino que se fortaleció en Dios porque sabía que era fiel el que le había prometido.
Nuestra confianza en Dios no crecerá hasta que no se nos presente un desafío a superar con el propósito de tener una confianza mayor.
¿Qué significa confianza?
• fe, seguridad
•la confianza en el Señor es una extensión de la fe.
¿Cómo hago para que mi confianza crezca en Dios?
Debe concordar con lo que el Señor dice en su palabra y sus promesas. Esto quiere decir que nuestra mente, alma, y espíritu deben estar sumergidas en las Escrituras para fortalecerse y confiar en Dios.
Debemos tener fe que el Señor cumplirá con lo que prometió. Cuando las crisis vienen nos damos cuenta de la medida de confianza que tenemos en el Señor. En la Biblia tenemos también el ejemplo del rey David: fue un hombre que atravesó muchas dificultades a lo largo de su vida; sin embargo, vemos en muchos salmos de su autoría que siempre terminan con una declaración de confianza en el Señor.
¿Cómo mantener viva la confianza en Dios?
David tuvo una confianza inquebrantable en Dios que comenzó con lacomunión íntima con Él. Sabía que había sido probada su confianza en Dios cuando el león y el oso asediaron su rebaño. Dios lo libró de estos y dijo acerca de Goliat: “este filisteo incircunciso será como uno de ellos” → la confianza de David fue trabajada con el oso y el león porque Dios sabía que iba a haber un Goliat.
El oso y el león prepararon a David para una confianza mayor que lo fortaleció en el día que se levantó Goliat. Él no se quedó pasivo en la confianza y en la fe, sino que corrió a la línea de batalla. ¿Qué haremos cuando vengan circunstancias como un oso o león a despedazar y desgarrar nuestro corazón y fe? ¿Nos quedaremos pasivos o correremos a la línea de batalla?
Salmos 71:1-3 – “En ti, oh Jehová, me he refugiado; No sea yo avergonzado jamás. Socórreme y líbrame en tu justicia; Inclina tu oído y sálvame. Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.”
¿Cuáles son las consecuencias de no confiar en Dios?
-Ansiedad
-Ceder ante la frustración y desesperación.
Salmos 56:3 – “En el día que temo, Yo en ti confío.”
Ante un posible asedio del temor tenemos esta promesa: no confiamos en nuestras posesiones, ni en bienes materiales, ni en un diagnóstico médico, sino en Dios. Él es nuestro refugio, a Él debemos correr si nos invade la ansiedad. Su presencia es el refugio más seguro.
¿Qué necesitamos para desarrollar una mayor confianza?
Afianzar una mayor relación con Dios. Sin una mayor relación, nuestra confianza se debilita; si no estamos cercanos a sus dichos y su palabra, nuestra confianza decrece. Para que la confianza en Dios pueda desarrollarse necesitamos una mayor relación con Él. Tomando el ejemplo deJesús, la relación con su Padre tenía que ser cada día mayor: tomaba tiempo todos los días para afianzar cada vez más su relación mayor con el Padre. “Todo lo que el padre hace, yo lo hago”. Su vida fue sostenida por esta relación. Para que nuestra confianza y fe crezcan debemos trabajar en nuestra relación diaria con el Señor, debemos incrementar la comunión.
Retomando la vida del rey David, los milagros que Dios hizo a través de él fueron por la relación que tenía con su Señor. Las hazañas que David y sus valientes hicieron fueron por la confianza que tuvieron en Dios por medio de su relación. Lo que sostiene nuestra fe y confianza es la relación con Dios.
María, Marta y Lázaro amaban a Jesús y lo seguían, tenían una relación de amistad. Sin embargo, ante la enfermedad y muerte de Lázaro, la confianza de Marta y María en Jesús fue sacudida: esto resultó en una medida mayor de fe y revelación. Juan 11:21 – “Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí,mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.” → ¿Cuántas veces nos preguntamos en medio de nuestro obstáculo “si hubieras estado acá Señor”?