El poder de la fidelidad

14 feb 2024

¿Qué significa la palabra fiel?

Podemos definir la palabra “fiel” abarcando cuatro puntos esenciales: 

1) Es alguien que guarda fe.

La fe es del corazón, por ende, una persona fiel es aquella que guarda el corazón.

Existe una diferencia entre fidelidad y lealtad. Si bien son dos atributosque Dios quiere construir en nosotros, es importante poder distinguirlos. 

Fidelidad es un concepto que se manifiesta a través de nuestras manos, en la ejecución de una tarea con precisión y dedicación. Por ejemplo, ser fieles a nuestras responsabilidades laborales implica desempeñar nuestras funciones con empeño y diligencia. Es comprometernos con la tarea asignada, reflejando el compromiso laboral por medio de nuestras manos (acciones).

Por otro lado, la lealtad se conecta con el corazón. Va más allá de la ejecución mecánica de una tarea; se trata de comprometernos desde el corazón con una persona. Volviendo al ámbito laboral, la lealtad se manifiesta haciendo lo que sea necesario sin murmurar ni cuestionar.

2) Es alguien constante en sus afectos.

Este punto tiene que ver con el alma. Una persona fiel es aquella que ha logrado, por medio del Espíritu Santo, vivir desde el dominio propio, a fin de no tomar decisiones almáticas. Es importante ser constantes en nuestros afectos porque en el Reino las relaciones pueden transformarse, en el mundo espiritual, en una puerta para nuestra vida.

Una persona fiel es aquella que deposita su fe y confianza exclusivamente en Dios, pero esta devoción no la convierte en alguien áspero con sus afectos. Cultivar la fidelidad contribuye a superar el conflicto interno con el doble ánimo. Este fenómeno se manifiesta como dos fuerzas contrarias entre sí que intentan influir en nuestros pensamientos: “te amo/te odio”; “te quiero/no te quiero”; “me animo/no me animo”.

La fidelidad construye constancia y la expresa  

3) Es alguien constante en el cumplimiento de sus obligaciones. Dios no quiere que solo guardemos la fe y que, por ejemplo, lleguemos tarde al trabajo. No quiere que guardemos la fe y tratemos mal a los cercanos.

Nuestras obligaciones no niegan nuestra fe.

4) Es alguien que no defrauda la confianza que se puso en él/ella. Que lindo es una persona confiable y con la seguridad de que no va a traicionar nuestra confianza.

Dios está construyendo en nosotros una fidelidad integral que abarca cada uno de estos puntos. La fidelidad es requerida para el avance. 

¿Qué relación hay entre la fidelidad y la confianza?

Fidelidad es confiar en el proceso de Dios.  “Proceso” es la mente de Dios para un asunto. Dios da una promesa y esta misma, habitualmente,desata un proceso que nos lleva a la posesión de esa promesa. Para todolo que queramos alcanzar hay un proceso bíblico para llegar a obtenerlo. La fidelidad es la demostración de confianza y se manifiesta en cómo Dios elige trazar el camino junto a mí. Podemos ver esto en la historia de dos ciegos que buscaron la sanidad de Jesús. Uno simplemente expresó su deseo de recuperar la vista, y Jesús respondió con un simple "recíbela". En cambio, el otro ciego recibió una dirección distinta: "Conmigo, debes salir de la aldea y no volver a entrar para mantener tu visión". Esta fue la mente de Dios para este hombre. La fidelidad en este contexto radica en seguir la guía del Padre sin cuestionamientos ni comparaciones. Es confiar en que la mente de Dios y los procesos son diferentes para cada uno de nosotros.

 

→ El PROCESO está sostenido por dos fuerzas grandes:

1. La SOBERANÍA de Dios.

2. La BONDAD de Dios.

Las promesas de Dios nos levantan el ánimo, son hermosas y debemos conocerlas, pero si no nos sometemos a los procesos no tendremos posesión de estas. La FIDELIDAD ES LA RESPUESTA AL PROCESO. Respondemos al proceso de Dios, con ganas o sin ganas, con días buenos o días malos, pero con fidelidad. El proceso no es malo, es necesario. El Dios de las promesas es el mismo Dios de los procesos. Entonces, siempre una promesa desencadenará un proceso hasta llegar a la posesión. Y en medio de todo este proceso, su presencia nunca nos es negada. La fidelidad está sostenida por un poder invisible. 

1 Timoteo 1:12 – “12 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio,” → Al otorgarnos una tarea, Dios nunca nos deja solos; más bien, nos fortalece para serle fiel. Él llena nuestro espíritu de su poder. El proceso es claro: Dios nos fortalecereconociendo que, por nuestra cuenta, somos presa del doble ánimo. Este fortalecimiento desencadena un proceso en el cual, al ver nuestra fidelidad, nos coloca en el ministerio. Debemos entender que hay un desarrollo gradual y una fidelidad que se debe cultivar. 

La fidelidad nos posiciona en los lugares de destino, que humanamente no podríamos llegar. 

Otro ejemplo lo vemos en Jesús a punto de enfrentar la cruz, la mayor fidelidad al plan de Dios que alguien pudo mostrar. El confió en el proceso de su Padre, aceptando el costo del sufrimiento. Su palabra dice que vinieron ángeles y lo fortalecieron para ser fiel.

Siempre que Dios fortalece a alguien, lo hace en el ambiente de la oración.

¿Cuál es el susurrar del enemigo? → “ya estás fuerte, ponete en el ministerio”; “ya estás fuerte, hace tal cosa, no necesitas el proceso”. Pero la realidad es que Dios usa el proceso para fortalecernos. 

¿Qué es lo contrario de confiar en el proceso de Dios? confiar en nuestro propio proceso. Usualmente, cuando nos movemos por ansiedad es porque estamos desencadenando un proceso personal. Esta es la sustancia que está detrás de nuestros actos. Así como Dios ejerce una fuerza interna para que podamos ser fieles, también nosotros ponemos una energía llamada ansiedad. 

 En los diversos procesos que atravesamos, Dios busca que valoremos su presencia por encima de las promesas. Nada puede satisfacer nuestros corazones de manera tan plena como su amistad y su presencia. Mientras que las promesas lanzan la línea de partida, la presencia de Dios nos sostiene y acompaña en todo el recorrido. 

Un ejemplo destacado se encuentra en las personas mencionadas en Hebreos11, a quienes se les hizo una promesa que aún no se había cumplido en su tiempo. Sin embargo, aprendieron a valorar la presencia de Dios en medio del proceso. de tal manera que incluso saludaron la promesa cuando se dieron cuenta de que no era exclusivamente para ellos. Confiaron en que un día, tanto ellos como nosotros, veríamos la promesa cumplida, aprendiendo que la presencia de Dios es un regalo invaluable que nos guía y sostiene hasta el cumplimiento final.

Hay tres cosas que toda persona sincera quiere y que contienen un proceso de fidelidad:

1)Quiere mucho.

2)Quiere lo propio.

3)Quiere lo de Dios.

Dios mira nuestra actitud ante lo poco, ante las riquezas injustas y hacia lo ajeno:

Lucas 16:10 à “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.”

Este versículo revela que la llave para lo mucho, no es tener poco. Al contrario, ser fiel en lo poco es señal de que vamos a tener mucho

La diferencia no radica en lo que poseemos, sino en ser fiel con lo que se nos confío

¿Cómo Dios nos procesa para lo mucho? buscando nuestra fidelidad en lo poco.

“11 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?

“Riquezas injustas” hace referencia al dinero. Dios mira nuestra actitud y corazón frente a esto. Si no somos fieles en la administración del dinero “¿quién os confiará lo verdadero?”. Lo verdadero es lo que es nuestro, las riquezas del cielo.

“12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?” 

Debemos ser fieles en lo ajeno para poseer lo que nos pertenece.  

Una persona fiel es muy querida.

Números 12:

“María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita. Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová“ 

María y Aarón se estaban comparando con Moisés a nivel de los dones, pero cuando Dios aparece en escena, Él mide por fidelidad. → Ser fieles nos posiciona delante de Dios en un lugar de honor

Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra. Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres. EntoncesJehová descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos. Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?” 

Dios defiende a sus fieles.

¿Qué desata la fidelidad?

Cercanía à ”Cara a cara hablaré con él”

Revelaciones y claridad espiritual à ”y claramente, y no por figuras;” 

Visión à ”y verá la apariencia de Jehová”

Protección à “No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa”